NATURALEZA
La vida moderna puede hacernos sentir desconectados de nuestro verdadero yo. ¿Por qué no cambiar el ruido de la mancha urbana por el canto de los pájaros, el murmullo del viento entre las copas de los árboles o el suave zumbido de las cigarras vespertinas? Estos cinco destinos le harán olvidar la ciudad y reencontrarse con la naturaleza.
Suiza
Aunque sea pequeña, Suiza tiene mucho que ofrecer. Dramáticas cumbres nevadas en invierno, una vibrante gama de verdes en verano. Cualquier viaje a Suiza debe incluir la ciudad lacustre de Lucerna. Aparte del lago en sí -pruebe el wakeboard, el esquí acuático y un sinfín de deportes náuticos en sus relucientes aguas-, Lucerna es la ciudad medieval alpina por excelencia; pintoresca y con vistas a la montaña en cada esquina. Para contemplar la ciudad y las cumbres circundantes, suba en el histórico funicular hasta el hotel Château Gütsch. Para ascender aún más, tome el teleférico «Dragon Ride» desde Lucerna hasta el monte Pilatus, especialmente diseñado para ofrecer vistas de 360 grados del espectacular paisaje suizo. El monte Rigi también es accesible desde Lucerna, y ofrece amplias rutas de senderismo, con multitud de miradores para descansar y disfrutar del aire fresco alpino. Para esquiar en Suiza, diríjase a Zermatt, la estación más alta de los Alpes, con el imponente Matterhorn como telón de fondo. Moritz, dos veces sede de los Juegos Olímpicos de Invierno y uno de los centros de deportes de invierno más antiguos del mundo.
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Canadá
Imaginarse Canadá es imaginarse la naturaleza: osos polares, osos pardos, alces, linces, por no hablar de los miles de kilómetros de bosques, praderas, ríos y lagos. Canadá es sinónimo de aire libre. Whistler es nada menos que el paraíso de los deportes de invierno en los meses más fríos, y la meca de otras actividades alpinas en verano. El espectacular Parque de Banff, no lejos de la ciudad de Calgary, ofrece una vertiginosa gama de actividades para todas las estaciones centradas en el mundo natural: paseos en trineo tirado por caballos, excursiones por la Icefields Parkway hasta el glaciar Athabasca, caminatas sobre el hielo por el cañón Johnston, paseos en canoa, espeleología, senderismo… Sea como sea que quiera vivir la naturaleza, en Banff la encontrará. Canadá es también uno de los mejores países del mundo para contemplar el espectáculo natural de la aurora boreal. Los inmensos páramos blancos de los Territorios del Noroeste, Alberta, Manitoba y Terranova son provincias en las que la Aurora Boreal es especialmente visible. Existen varios lugares específicos en el norte que atienden a los visitantes con este fin concreto. No olvide tampoco que el estado norteamericano de Alaska limita con el oeste de Canadá y ofrece una variedad similar de escapadas temáticas en plena naturaleza.
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Australia
La Gran Barrera de Coral australiana es el mayor arrecife de coral del mundo y alberga una enorme variedad de vida marina, perfecta para practicar submarinismo o snorkel. Se ofrecen paseos en barco con fondo de cristal, entre otras formas de descubrir el arrecife, mientras que varias ciudades costeras de Queensland ofrecen un punto de parada, como Cairns, Townsville y Rockhampton. Lejos de la costa, el interior de Australia ofrece miles de kilómetros de posibilidades de exploración. El emblemático Ulruru, o Ayers Rock, es un monolito icónico de la geografía física situado en el Parque Nacional de Uluru-Kata Tjuta. También en el Territorio del Norte y no lejos de Darwin se encuentra el Parque Nacional de Kakadu. Famosa por sus ríos, humedales y la singular fauna que los habita, también lo es por las obras de arte rupestre de los aborígenes prehistóricos. Más al sur, el Parque Nacional de Nitmiluk es famoso por su espectacular desfiladero, perfecto para practicar piragüismo, nadar o simplemente contemplar los espectaculares acantilados de arenisca. De vuelta a Queensland, pero muy al sur, se encuentra la isla de Fraser, Patrimonio de la Humanidad, a 250 km de Brisbane. Baños de mar, lago, río y agua salada, paseos por la playa, avistamiento de dingos y ballenas, exploración de naufragios… todo es posible en esta isla de arena.
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Tanzania
La maravilla natural más reconocible de Tanzania es el monte Kilimanjaro. Este volcán inactivo, la montaña más alta de África, ofrece algunas de las mejores rutas de senderismo, alpinismo y ciclismo del mundo, con un amplio abanico de expediciones guiadas de distintas distancias y dificultades. Otra maravilla tanzana es el Parque Nacional del Serengeti. Aquí la vida salvaje es la principal atracción. Los cinco grandes -leones, leopardos, elefantes, búfalos y rinocerontes-, así como la migración anual de ñus, son características del parque. Este último está considerado una de las maravillas del mundo natural, en concreto la ruta que va del Serengeti al Parque Nacional de Maasai Mara, en Kenia. Existen varias opciones de safaris. En la frontera noroeste de Tanzania se encuentra Ruanda, uno de los pocos lugares del mundo donde se pueden observar gorilas de montaña salvajes, concretamente en el Parque Nacional de los Volcanes. Varias empresas organizan excursiones en busca de gorilas por los bosques de montaña, con diversos paquetes.
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Malasia
Dada su situación ecuatorial, no es de extrañar que Malasia posea una de las mejores naturalezas tropicales del mundo. En los bosques de Malasia pueden verse tigres, leopardos y orangutanes. Sus mares y cursos de agua son igualmente abundantes; cinco especies de tortugas viven en los mares que rodean la península. El Parque Nacional de Kinabalu, en Borneo, ofrece excelentes rutas de senderismo por la selva, mientras que en Poring los visitantes pueden disfrutar del Canopy Walkway, una serie de puentes colgantes que se elevan hasta 40 metros sobre el suelo del bosque, muy útiles para observar la naturaleza que sólo existe en las copas de los árboles. En Borneo también viven orangutanes. El estado de Sabah es, en general, el mejor lugar para verlos. Pruebe en el Valle de Danum, la Reserva Forestal de Deramakot y la Reserva de Fauna de Tabin, por nombrar sólo tres posibles lugares de avistamiento. La isla de Langkawi, por su parte, es el único geoparque de la UNESCO incluido en esta parte del mundo, y con razón; la isla es un paraíso natural de mares turquesas, cascadas, manglares y bosques, y hogar de varias especies de monos. Podrá ver algunos de ellos desde el teleférico «Skycab», de 2 km de longitud, junto con espectaculares vistas de toda la isla.
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Así pues: Cinco países, cinco fantásticas oportunidades para observar un gran espectro de las maravillas naturales del planeta.
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