Maravillas invernales

Puede que la Navidad haya terminado, pero aún queda mucho invierno por delante. Nieve blanca y pura, bosques de pinos de un verde intenso bajo cielos de pájaros azules y un acogedor bar en una cabaña: un buen lugar alpino puede proporcionar la experiencia invernal por excelencia que convierte los meses más fríos en el momento culminante del año.

El centro indiscutible de las vacaciones de invierno en Estados Unidos deben ser las Montañas Rocosas. Utah y Colorado son los principales estados para los deportes de nieve y albergan numerosas estaciones, las más famosas quizá Aspen Snowmass y Vail, ambas situadas en Colorado. Esta última data de 1962 y cuenta con más de 5.000 acres de terreno desarrollado para esquiar y practicar snowboard, además de la pista de esquí más larga de la región, la de Riva Ridge, de seis kilómetros. Aparte del esquí, el pueblo de Vail es conocido por sus instalaciones de lujo, como spas, bares y restaurantes de alta gama. También se ofrecen motos de nieve, raquetas de nieve, paseos en telecabina y otras actividades no relacionadas con el esquí. Snowmass, por su parte, es la estación más grande de la zona de Aspen y es conocida por sus instalaciones y ambiente familiares. En otros lugares de Colorado, Crested Butte Mountain alberga la pista más empinada de Norteamérica, Rambo, mientras que Beaver Creek, aunque más pequeña, es más alta, está más orientada a esquiadores de nivel intermedio y avanzado y, en general, es más compacta. En el estado de Utah, la estación de Park City está a sólo 35 minutos en coche de Salt Lake City y cuenta con impresionantes instalaciones gracias a su papel como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002.

Montañas Rocosas

Hacia el Norte, a Canadá y el Gran Norte Blanco, donde la nieve está absolutamente asegurada desde finales de otoño hasta la primavera en todas las partes del país y las aventuras invernales son una forma de vida. Con kilómetros de pistas y fantásticas infraestructuras e instalaciones, Whistler es quizá la estación de esquí más famosa del mundo, y se encuentra a menos de dos horas en coche de la chispeante ciudad de Vancouver. La ciudad en sí es bulliciosa, pintoresca y llena de nieve y actividades invernales aparte del esquí y el snowboard. En la provincia de Alberta, el Parque de Banff es tan encantador como vasto. Cerca de Calgary y con impresionantes paisajes alpinos, Banff cuenta con lagos, fuentes termales, paseos en trineo y una laberíntica red de cuevas. Los visitantes de Banff en invierno también tienen muchas posibilidades de ver la majestuosa aurora boreal. Más al este, la estación de esquí de Blue Mountain, en Ontario, se encuentra a menos de medio día en coche de las imponentes cataratas del Niágara. Además de sus 364 acres de terreno esquiable y una capacidad de remonte de casi 27.000 plazas, la estación ofrece snowtubing, paseos por la montaña y paseos con raquetas de nieve. Las atracciones no relacionadas con la nieve incluyen balnearios, tiendas y numerosos bares y restaurantes.

Montaña Whistler Blackcomb

Austria posee quizás la mejor combinación de deportes de invierno y la belleza de la tradicional estética alpina europea. Viena, la capital, se convierte en un mosaico de pintorescos mercados de invierno que sirven comida y bebida tradicionales, como vino caliente y chocolate. Tan abundantes como los mercados son las pistas de patinaje sobre hielo, instaladas en lugares tan impresionantes como el Palacio Wilhelminenberg y frente a la Konzerthaus de Viena. Pequeñas ciudades como Innsbruck y, en particular, Hallstatt, patrimonio mundial de la UNESCO, se convierten en encantadores refugios góticos durante el invierno, llenos de acogedores bares y restaurantes con vistas a tejados y árboles cubiertos de nieve. Puede que Salzburgo no tenga el mismo encanto de pueblo pequeño, pero lo compensa con una arquitectura y unos paisajes urbanos grandiosos. En invierno se celebran varios conciertos en honor del hijo más famoso de la ciudad, Mozart, y se construye una pista de hielo en la plaza que lleva su nombre. Para esquiar, el valle de Wildschönau tiene nieve asegurada, más de cien kilómetros de pistas y está situado en los impresionantes alpes de Kitzbühel. Alpbachtal Wildschönau es quizás la estación más popular de la región. Kitzbühel, Zell am See-Kaprun y el valle de Ötztal son también lugares de esquí que merecen mucho la pena.

Kitzbühel

Una Suiza cuidada, bien gestionada y navegable es ideal para un viaje invernal de varias paradas. Los esquiadores y practicantes de snowboard tienen mucho donde elegir en Suiza. Compacta pero tan encantadora como funcional, la ciudad de Zermatt es la estación más alta de los Alpes y, por tanto, increíblemente segura en cuanto a nieve. El imponente y dramático Matterhorn ofrece fantásticas vistas para admirar desde el telesilla. No muy lejos se encuentra la apreciada St. Moritz, dos veces anfitriona de los Juegos Olímpicos de Invierno y una de las sedes de deportes de invierno más antiguas del mundo. Tan pintoresco es el paisaje en un invierno suizo que sólo desplazarse entre destinos puede ser toda una experiencia: el Glacier Express ofrece uno de los viajes en tren más espectaculares del mundo. Moritz, serpentea a través de valles nevados, barrancos, dramáticos puentes y atraviesa el famoso paso de Oberlap. El lago Lemán, no tan alto pero igual de impresionante, ofrece vistas de los Alpes nevados, y los parques y jardines circundantes, cubiertos de nieve, proporcionan una increíble sensación de tranquilidad y quietud.

Zermatt

Además de los Alpes, también merece la pena visitar otros lugares del norte de Europa. Muchas ciudades alemanas y danesas, sobre todo Berlín, Copenhague, Múnich y Colonia, acogen mercados tradicionales de invierno en los que se venden productos locales y se respira un acogedor ambiente invernal. Aunque menos célebres que sus homólogas más alpinas, las estaciones alemanas de Obersdorf y Garmisch cuentan con una impresionante cantidad de pistas e instalaciones de esquí. Los bares íntimos, los canales y la arquitectura rústica de Ámsterdam (Países Bajos) adquieren una belleza diferente cuando se contemplan bajo un manto de nieve. Más al norte aún, los países escandinavos son famosos por su cultura del esquí de fondo y su belleza ártica. A menudo se puede pasear en trineo tirado por huskies y renos, y la aurora boreal es visible en gran parte de la región. Más allá y fuera de la ruta turística habitual, Islandia es conocida por sus balnearios geotérmicos al aire libre.

Ámsterdam

Las vacaciones no son sólo palmeras y arenas blancas; unas vacaciones de invierno en climas más fríos y nevados pueden ser igual de gratificantes, o incluso más, que las excursiones tropicales de verano. Planifique un viaje, reserve sus clases de esquí y disfrute al máximo de estas maravillas invernales.